miércoles, 9 de marzo de 2011

Los retos de educadores frente a las Tics.



Puntos de vista de docentes españoles frente al reto que plantea el uso de las Tics en la calidad final de la educación.

Enlaces sugeridos

Mis recomendados para esta semana son los siguientes enlaces:

www.wdl.org

Sitio de la Biblioteca Digital Mundial de la Unesco.

www.emagister.com

Página argentina que ofrece cursos gratuitos on line para diversas disciplinas aunque fundamentalmente se concentra en temas psicológicos.

http://www.colombiaaprende.edu.co

Portal del Ministerio de Educación Nacional, en el cual se ofrecen tutoriales para el manejo de las herramientas web 2.0.

Por último, recomiendo un libro : El Mono Vestido, de Enrique Nácher, escritor mexicano que a través de un ameno y agradable viaje por la historia evolutiva del hombre desde el momento que se torna bípedo, realiza un recuento de todos nuestros complejos psicológicos, tomando como punto de partida la utilización de las prendas de vestir. Es un libro publicado hace muchos años, pero de una actualidad total, para reconocernos como criaturas complejas y con miedos absurdos.

La importancia de las Tics y la educación





Desde los mismos albores de la humanidad se ha concebido la educación como la transmisión de conocimientos y habilidades necesarias al hombre para su superviciencia. Sin embargo, las civilizaciones más avanzadas de la antigüedad reconocieron que el conocimiento debía ser ampliado con el ánimo de responder a las inquietudes surgidas después de tener cubiertas las necesidades primarias (concepto que retoma Abraham Maslow en su famosa Teoría de las Necesidades) y que tenían que ver con la proyección hacia el futuro y las preguntas de tipo existencial sobre el sentido de la vida.
El desarrollo de las instituciones educativas entonces tiene un largo historial, pero es en los finales del Siglo XVI, cuando éstas toman definitivamente su rumbo, gracias al impulso dado por los movimientos Renacentista y Humanista, que pretendía recoger los principios de la Paideia Greco-romana, con el objetivo de facilitar el progreso característico de sus fundamentos filosóficos, alegando la necesidad de liberar el conocimiento de su hasta entonces único detentor: el clero.

A partir de ese momento, el flujo de información y de saberes entraría a una nueva era en la que se enriquecería el conocimiento general de manera progresiva, hasta llegar al siglo XX, en el que se disparó de manera incontenible, logrando avanzar en unas pocas décadas todo lo que se adquirió en siglos.
A partir de los avances tecnológicos y la incursión de los procesadores de información y luego la creación de internet, la enseñanza y el aprendizaje no volvieron a ser igual. Esta interrelación entre dos actividades que se implican y modifican conjuntamente, pasó de ser estática y de acumular datos, a ser increiblemente activa y generadora de profundos cambios sociales.







Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs), son conceptos y herramientas que le permiten a los usuarios expandir su conocimiento, pasando de la rutina del salón de clases a participar y modelar activamente su propio aprendizaje. Sus bondades han sido más que demostradas a lo largo de las últimas décadas del siglo XX y su avance es tan notorio y vertiginoso que ya no se concibe fácilmente una forma de educación que no esté medidada por ellas.
Estas herramientas transforman el entorno educativo, creando espacios en los que docentes y alumnos aprenden de manera simultánea, planteando grandes retos a los primeros en cuanto a la necesidad de una permamente actualización sobre ellas.Para nadie es un secreto que las nuevas generaciones tienen un manejo que parece en ocasiones casi genético de toda la tecnología, mientras que para algunos adultos estos avances logran ponerlos en dificultades.

Sin embargo y valga la ocasión recordarlo, el principio fundamental de la educación es obtener un producto social (el hombre) que se guíe por valores y competencias afectivas, que sea capaz de convivir en la diferencia y que utilice su conocimiento como base para mejorar su calidad de vida y la de todos los que le rodeen. Teniendo en cuenta esto, me pregunto: ¿por qué a pesar de tanta información, en ocasiones excesiva y ligera, la calidad de la educación (por lo menos en Latinoamérica y hasta en Estados Unidos) es tan baja?. ¿No estaremos frente a un fenómeno de reconquista tecnológica, como la que sufrimos hace 500 años, en la cual las sociedasdes existentes no tuvimos tiempo ni libertad de decidir por nosotros mismos y finalmente por agotamiento asumimos como propios y necesarios modelos ajenos, para los que no estábanmos preparados aún en nuestras estructuras mentales?.

Con esto no quiero decir que debamos caer en la negación de la importancia de las Tics y los beneficios que ellas nos reportan, asunto que sería cuando menos inocente, sino que planteo la necesidad de pensar si verdaderamente el único camino posible de la educación a futuro tenga que ver con el avance tecnológico, dejando de lado los saberes y conocimientos de sociedades que hasta ahora han logrado perfectamente vivir sin conocer o sospechar siquiera que existen dichas herramientas.



No olvidemos que algunos parámetros "occidentales" sobre lo que es el desarrollo y el progreso han sido irresponsablemente asumidos como universales, desconociendo el bagaje de conocimientos que de una u otra manera han sido base para nuestro propio desarrollo, y que tal vez si se modifican, podamos perder parte de nuestra esencia.

Obviamente, las Tics y todos los demás desarrollos y artefactos del conocimiento pueden ayudarnos a conservar esos saberes, pero claramente se ve que no es ése el camino que estamos tomando, sino que por el contrario, dichas culturas son absorbidas por el avasallante progreso, quedando reducidas a mitos históricos o a leyendas orales. Es más bien una cuestión de voluntad política hacer de las Tics una forma de inclusión que genere bienestar a todos los ciudadanos, respetando sus procesos históricos y tornando dicha tecnología en la oportunidad para rescatar su cultura.